El miércoles pasado, los medios deportivo y musical de México se cimbraron. El futbolista Rafael Márquez, capitán de la Selección Mexicana desde hace 15 años, y el cantante Julión Álvarez, máximo exponente del género norteño-banda, fueron incluidos por el gobierno de Estados Unidos en una lista de 22 personas señaladas como prestanombres del narcotráfico, y ya son investigados.
El actual jugador y emblema del equipo Atlas de Guadalajara aparece en la relación junto a su abogado, Antonio Fregoso González, y Mauricio Heredia Horner, Director General de la Fundación Rafa Márquez, además de nueve de sus empresas. En estas figura como socio Raúl Flores Hernández “El Tío”, vinculado desde hace varios años con los cárteles del Pacífico y Jalisco Nueva Generación. Él fue detenido por la Procuraduría General de la República (PGR) apenas el pasado 20 de julio en Zapopan, Jalisco, y se encuentra recluido en el Penal del Altiplano.
“MANTENÍAN BIENES EN SU NOMBRE”
La Oficina de Control de Bienes de Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés) incluye también a 42 empresas mexicanas de giros diversos, entre ellas, tres propiedad de Julio César Álvarez Montelongo (nombre real del cantante): Noryban Productions, Ticket Boleto o JCAM Editora Musical.
El también ex vocalista de la Banda MS admite conocer al Tío, pero niega saber a qué se dedicaba. El columnista del periódico Excélsior Jorge Fernández Menéndez reveló en su espacio “Razones”, que el suegro de Julión, Mario Alberto Fernández Santana, es operador financiero de Flores Hernández.
Rafael y Julión “han estado vinculados durante mucho tiempo con Flores Hernández, y han actuado como testaferros para él y su organización de narcotráfico, y mantenían bienes en su nombre”, asentó en un comunicado la dependencia estadounidense, que durante los últimos dos años trabajó de manera conjunta con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda de México.
SUS VISAS FUERON CANCELADAS AUTOMÁTICAMENTE
Y aunque un día después trascendió que en sus careos con agentes de la DEA, Raúl Flores Hernández declaró que el jugador y el cantante desconocían sus ilícitos, el panorama para ellos se pintó de negro tan pronto el Departamento del Tesoro de Estados Unidos los instaló bajo la lupa pública.
En consecuencia, a ambos les fueron canceladas automáticamente sus visas para ingresar a Estados Unidos, y se les congelaron cuentas bancarias, tanto a ellos como a algunos de sus familiares más cercanos.
El periódico Reforma consignó en su edición del viernes 11 de agosto que fueron inhabilitadas las cuentas de la modelo Jaydy Michel,esposa de Rafa, de su mamá, Rosa Alicia Álvarez, y de su hermana. También le fue asegurado un departamento en Nueva York que adquirió cuando militó en el club NY Red Bulls de la MLS.
Por su parte, el intérprete norteño debió cancelar sus presentaciones en Estados Unidos, y le fue congelado el cobro de regalías en empresas que distribuyen sus canciones en formato digital (Spotify o iTunes).
Al mismo tiempo, se alertó a empresas estadounidenses para no hacer contratos de cualquier tipo con ellos.
Según estimaciones de las autoridades que trabajan este tipo de casos, podrían tardar hasta seis años en reunir y presentar las pruebas necesarias para demostrar que no tienen nexos con Raúl Flores Hernández.
¿Qué pasará con ellos? El tiempo dirá.