Es la primera mujer mexicana en viajar al espacio y encabeza una lucha por abrir las fronteras mexicanas al espacio exterior con el sueño de algún día llegar a la Luna representando a nuestro país. Son estas hazañas las que Barbie® tomó en cuenta para elegirla para su campaña Role Models de este año, lanzada el pasado mes de marzo y a través de la cual reconocen a mujeres en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) con una muñeca única hecha a su imagen y semejanza. Kat platicó con Cosmo sobre este gran proyecto y cumplir sus metas. Sigue leyendo para enterarte de lo que dijo.
¿Cuál fue tu reacción al enterarte de que habías sido seleccionada para Barbie® Role Models?
Estaba con mi mamá y fue algo muy emocional compartirlo con ella, porque gracias a ella yo estoy aquí.
¿Quién ha sido una role model para ti?
La astronauta Ellen Ochoa, la primera mujer de origen hispano en viajar al espacio. Su historia era similar a la mía; por eso es tan importante contar todas estas historias de mujeres que están logrando estas cosas.
¿Cuál es tu primer recuerdo con Barbie®?
Mi hermano se enojaba conmigo porque le robaba sus juguetes para meter ahí mis Barbies®. Me gustaba juntar los juguetes de niña con los de él para empoderar a todas mis Barbies®.
Como mujer, ¿qué retos enfrentaste para alcanzar el sitio donde estás hoy?
Que cuando una mujer llega a algún trabajo por primera vez existe la necesidad de demostrar que se merece ese sitio y esos proyectos. Si llega un hombre joven, dicen: “Debe ser un genio”; en cambio, de una mujer comentan cosas como: “¿Quién la metió aquí? ¡Parece que se acaba de graduar!”.
¿Quién sientes que te ha impulsado más en tu carrera?
Mi mamá. Desde un principio entendió que yo tenía interés por el tema científico y tecnológico; algo que puede ser raro para una niña mexicana a finales de los 90. Que ella viera ese sueño, lo reconociera y lo haya protegido es algo muy importante para mí.
Si pudieras regresar al pasado, ¿qué le dirías a esa pequeña Katya con un sueño tan grande?
Le diría: “Tienes razón, gracias”, porque siempre fui una niña muy dedicada, aun a los ocho años tomaba muy en serio lo que estaba haciendo. Veía cada paso como parte de mi camino y mi entrenamiento para lograr viajar al espacio.